Journal Information
Title: Enfoque UTE
Abbreviated Title: Enfoque UTE
ISSN (print): 1390-9363
ISSN (electronic): 1390-6542
Publisher: Universidad UTE (Quito, Ecuador)
En Ecuador la deforestación es una problemática que demanda acciones concretas y sostenibles por parte de las autoridades competentes. Entre el período 1990- 2000 la deforestación promedio fue de 89.944 ha/año para una tasa de deforestación de -0.71 %, mientras que para el período 2000 - 2008 la deforestación promedio fue de 77.647 ha/año para una tasa de -0.66%. Además, durante el período 2008-2012 la deforestación fue de 65.880 ha/año para una tasa de -0,54% (Ministerio de Ambiente, 2014)
Los países tropicales son ricos en diversidad de especies. Un país relativamente pequeño como el Ecuador, se estima que tiene cerca de 2.000 diferentes especies de árboles (Jorgensen & León-Yáñez, 1999). Muy pocos de estos han sido objeto de una completa investigación; completa respecto a su potencial para la reforestación. La exploración botánica del Ecuador y sus países vecinos está en proceso de ser completada. Un conocimiento detallado de las especies amenazadas de extinción, es necesario ya que a nivel país ya fueron realizados inventarios florísticos (Jorgensen & León-Yáñez, 1999) Por observaciones y contacto con gente local, es obvio deducir que muchas especies leñosas de las laderas de los valles interandinos se han extinguido o están amenazadas de extinción (Brandbyge and Holm-Nielsen. 1991; Valencia et-al, 2000).
El Ministerio de Ambiente ha desarrollado el Plan Nacional de Restauración Forestal 2014- 2017 (Ministerio de Ambiente, 2014), con fines de conservación, como medida para contrarrestar la deforestación del país, procura mantener y/o mejorar la condición de la cobertura forestal del país. Este Plan mediante la resolución N°007-CNC-2012, el 30 de mayo del 2012 se atribuyen las competencias a los Gobiernos Autónomos Descentralizados Parroquiales (GADPRR) en temas de reforestación y forestación para fortalecer los procesos de restauración y recuperación de la conservación de la biodiversidad, la protección de recursos hídricos y del suelo en Ecuador (Ministerio de Ambiente, 2014).
En este contexto, para cumplir las metas del Plan Nacional de Restauración Forestal se necesita conocer las especies forestales nativas para realizar estas actividades. El objetivo del trabajo fue verificar si las especies seleccionadas eran nativas y sí cumplen las funciones ecológicas que el programa requiere.
Se trabajó con las especies de los 17 GADPRR de la Sierra ecuatoriana localizados en Chimborazo, Tungurahua y Cotopaxi (Tabla 1).
Los diferentes GADPRR enviaron muestras al Herbario de la Escuela Superior Politécnica del Chimborazo que utilizaron en el Plan, revisamos que las mencionadas especies sean nativas y que correspondan a las zonas establecidas, para esto se usaba el catálogo de plantas vasculares (Jorgensen & León-Yánez, 1999; Missouri Botanical Garden, 2015), y finalmente se generaron listados de las especies de cada GADPRR a ser consideradas dentro del Plan.
Se obtuvieron 21 familias, 26 Géneros y 49 especies; las familias más frecuentes son Asteraceae con 5 especies, Fabaceae con 3, Myrtaceae, Rosaceae y Bignoniaceae con 2 especies (Tabla 2), están ordenados de mayor a menor frecuencia y se puede observar que la más representativa es Alnus acuminata en todas los GADPRR (17), Sambucus nigra en 13 de las 17 GADPRR, Myrcianthes hallii y Buddleja incana en 11 de las 17 GADPR, Polylepis incana ,Myrcianthes rhopaloides y Caesalpinia espinosa en 9 de las 17 GADPRR, entre las más representativas.
El listado de la Tabla 2 fue sometido a un análisis de Similitud de Bray Curtis el cual generó el dendrograma de la Figura 1. Hay tres grupos generados de la Tabla 2 pero con inconsistencias como por ejemplo: Guano (GUA) y Achupallas (ACH) están en el mismo grupo afín pero Guano está a 2600m y Achupallas a 3370m (Tabla 1). Por la diferencia de altitud entre las dos zonas no deberían existir casi las mismas especies entre las dos zonas, porque estas no van a desarrollarse en tan alta variante altitudinal.
En la Tabla 3 se pueden encontrar los listados con las altitudes mínimas y máximas a las que pueden desarrollarse las especies (Jorgensen & Yánez, 2000). Además, no todas las especies se pueden encontrar en poblaciones nativas, sino que solo se encuentran cultivadas y según (Jorgensen & Yánez, 2000) nos indica que tiene distribución nativa, esto es necesario tomar en cuenta ya que los requerimientos de las especies para su desarrollo no son las mismas.
(PU: Pungalá; GUAN: Guanando; QUI: Quimiag; CEB: Cebadas; LI: Licán; PAL: Palmira; SFG: Santa Fé de Galán; GUA: Guano; Si: San Isidro; CA: Calpi; ACH: Achupallas; CAN: Canchagua; CHU: Chugchilán; SJP: San José de Poaló; BM: Baquerizo Moreno; YA: Yanayacu; AL: Aláquez)
Para hacer exitoso las especies nativas de cada región en programas de restauración ecológica y/o reforestación es indispensable profundizar nuestro conocimiento sobre la biología, la ecología, la propagación y el manejo de las especies disponibles, a fin de posibilitar la domesticación de dichas especies y desarrollar técnicas eficientes de propagación de algunas de sus características más valiosas (Vásquez & Baltis, 1996).
Con los resultados obtenidos se demuestra que lo explicado en el párrafo anterior no se cumplió, lo que se hizo es buscar las especies más conocidas y fáciles de propagar las cuales no siempre van a dar los resultados esperados. Lo que también se debe destacar es que la especie más requerida Alnus acuminata (Tabla 2), es la especie con mayor distribución altitudinal y por esa condición se podría utilizar, pero desconocemos de otras condiciones ambientales de esta especie como es humedad, crecimiento, etc.
Para fines de conservación es fundamental que se protejan los bosques, ya que cada uno puede representar distintos elementos de la biodiversidad regional. Los bosques son recursos importantes para la reforestación por tener una diversidad de especies, en lugar de lo que se realiza actualmente, usar especies que nunca estuvieron en nuestro paisaje y además causa el desconocimiento en el uso de especies nativas (Brandbyge & Holm-Nielsen, 1991; Suárez, 2008), ya que manifiestan que la recuperación de los bosques montanos es difícil. Hasta la fecha no se tiene suficiente información para hacerlo y la gente tomadora de decisiones, continúan con grandes campañas de reforestación, que están formando cualquier cosa menos bosque montano, en las cuales incluso en su planificación, no se está pensando en estos.
Asimismo, los esfuerzos para restablecer las especies nativas en proyectos de restauración ecológica forestal deben hacer hincapié en la reintroducción de muchas especies diferentes de árboles, a fin de reflejar la gran diversidad de especies dominantes representadas en diferentes bosques montanos; además de los daños que puedan causar en la retención de humedad y fertilidad del suelo como en la biodiversidad (Farley et-al, 2004; van Wesenbeeck et-al, 2003); pero de este tiempo a esta parte, no se han realizado estudios de largo plazo para utilizar especies nativas.
Las especies deberían ser generadas a partir de las condiciones ambientales de cada una de los GADPR.
Las especies a utilizar en el programa deben ser exclusivamente nativas tomando en cuenta la biogeografía, pues se trata de conservar lo poco que tenemos aunque en una primera etapa se deban usar especies conocidas o de amplia distribución.
Los estudios sobre la biología, la ecología, la propagación y el manejo de las especies disponibles son indispensables para mantener o recuperar el equilibrio ecológico de las zonas a restaurar.
A los/as técnicos/as del Programa de Restauración Forestal con fines de Conservación del Ministerio del Ambiente de la región central del Ecuador, por tomarme en cuenta para la realización de este trabajo. Así mismo al Ing. Marcelo Pino por los aportes al documento.